martes, 8 de noviembre de 2016

Movimiento Femenino 

¡NI UNA HIJA DEL PUEBLO MENOS!


Sobre las naciones oprimidas como Chile pesan tres montañas: el imperialismo, la semifeudalidad y el capitalismo burocrático, pero existe una cuarta, el patriarcado, que pesa sobre la mitad del pueblo, las mujeres populares.

 El patriarcado, explica el marxismo, surge con la aparición de la propiedad privada, las clases y el Estado. Aparece hace no más de 10.000 años, como forma de preservar la propiedad privada, lo que requería oprimir a la mujer y reducir su potencialidad a mera productora de descendencia. Desde ahí hasta hoy, ha pesado sobre la mitad de la población mundial y se ha generado, como reflejo de esta base, una cultura patriarcal. Producto de esta cultura, se producen atrocidades como las que hemos visto en los últimos días y muchas otras.

 La lucha por la emancipación femenina, por tanto es parte de la revolución proletaria, que para las condiciones de Chile se encuentra en la etapa de la Revolución de Nueva Democracia, única forma de avanzar hacia la abolición de las clases y la propiedad privada, raíz del patriarcado. Es por esto que nos posicionamos por la línea del Movimiento Femenino Popular y combatimos al oportunismo y al revisionismo que reduce la lucha femenina a una lucha contra el hombre, que la desliga de su carácter de clase, se centra en lo cultural cuando el centro es la base económica, que la limita solo al ámbito sexual, cuando la opresión femenina pasa por la familia, los hijos, la esclavitud doméstica, la producción, etc.

 Así es que decimos ¡Ni una hija del pueblo menos! Porque necesitamos más mujeres combatientes y combatimos el patriarcado que con su violencia reaccionaria oprime y explota a las mujeres de la manera más cruenta, pero no decimos “Niunamenos” por las Matthei, las Bachelet ni las Hiriart, a esas reaccionarias la revolución las ajusticiará, porque lo principal no es si se es hombre o mujer, sino nuestra posición de clase.


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